[OPINIÓN] MECHSTERMINATION FORCE

Los juegos indie se suelen caracterizar por ser desarrollados por compañías muy pequeñas. Tanto que a veces la componen una o dos personas. Eso permite que cada obra sea muy personal y en la que cada uno de sus apartados tenga un trocito del alma de los desarrolladores.

Ese es el caso de Hørberg Productions. Que empezó su andadura con dos juegos, Gunman Clive 1 y 2, que sorprendieron en 3DS y WiiU por su estética imitando al dibujo con lápiz y una jugabilidad que bebía directamente de clásicos como Lucky Luke; y que ahora, con un equipo mayor, se ha destapado como un estudio a seguir para todos los fans de los juegos de esencia retro con Mechstermination Force.

¿”Contra” qué jefe vas a luchar ahora?

No vamos a mentir. El juego da lo que promete. No lleva a a engaño. Mechstermination Force es una sucesión de fases en la que debemos enfrentarnos a enemigos enormes que ocupan todos la pantalla. De hecho, el único respiro es la selección de fases donde también podemos mejorar las características del personaje. Mechstermination Force es un juego que se sostiene en unas mecánicas clásicas y muy básicas, todo lo que se espera de un juego de acción lateral 2D, pero que esconde todo un derroche de creatividad e ingenio en los enfrentamientos contra los mechas gigantes. Cada uno es un mundo y totalmente distinto al anterior. Además, descubrir cómo derrotarlos es un puzle en sí mismo. Hay mechas en los que el objetivo está claro pero otros en los que habrá que darle un poco de trabaja a nuestra materia gris para descubrir la forma de acabar con ellos. Salvando las enormes distancias entre uno y otro, es un juego que puede llegar a recordar vagamente a Shadow of the Colossus en su planteamiento.

Porque además está la cuestión de los retos y la puntuación. Podemos ir a lo bruto sin pensar demasiado. Pero si se quiere alcanzar la mayor puntuación, de la que depende cosas como no recibir ni un solo impacto, hay que planear muy bien la mejor estrategia para enfrentarse a tales máquinas de matar.

Si bien no vamos a estar desarmados en esta tarea. Durante las fases iremos recogiendo la moneda del juego para mejorar a nuestro musculoso amigo. Desde corazones para ampliar los golpes que podemos recibir hasta comprar nuevas armas que se adapten mejor a las fases venideras: disparos en tres direcciones, explosivos, una suerte de lanzallamas… Y no solo eso, a medida que los mechas vayan cayendo, nuestro personaje recibirá nuevas habilidades que serán esenciales para salir airosos de las batallas. El típico doble salto o poder agarrarse a las paredes y techos son una buena muestra de ello.

Toma nota, Spielberg

No es la primera vez que unos gigantes de hierro asoman la cabeza en dibujos animados. La mezcla está claro que funciona. Y este motor desarrollado por Horberg Productions tiene mucho por delante. Sin ser un alarde técnico, la verdad es que MechsterminationForce es bonito. Sobretodo en movimiento. Entre la suavidad de los movimientos y ese diseño cercano al famoso “Cell Shading” impacta en el modo portátil, no tanto en pantalla grande. Ya se había conseguido llamar la atención con Gunman Clive por ese arte tan particular pero este, que opta por algo menos rompedor, sigue siendo un regalo para la vista.

A eso hay que unirle, como comentaba unos párrafos más atrás, que los jefes finales son muestra de una creatividad no siempre alcanzable. Lagartos, insectos, humanoides… Que van cambiando de forma y recursos según vamos acabando con partes de su cuerpo. Sin duda, y pese a su presupuesto, no tiene nada que envidiar a compañías con mayor nivel de producción. Y es que a veces una buena decisión en cuanto al estilo artístico vale más que un motor de última generación con miles de efectos.

Espíritu arcade en todo su significado

La historia no deja de ser una retahíla de tópicos. Los diálogos no desentonarían en una película de serie B de Jean-Claude Van Damme. Y los personajes son avatares sin alma ninguna. Pero nada de eso importa. Porque ni tiene intención de trascender narrativamente hablando ni falta que le hace.

Aquí se viene a disparar sin pausa. A derrotar alienígenas gigantes. A no tomarse ni un respiro. Y en ese sentido no hay queja ninguna. O bueno, sí que la hay. 

Tanto se ha reducido a esa esencia que incluso se ha pasado. Se le echa en falta que el juego no se reduzca a una consecución de enfrentamientos contra jefes finales. Hubiera ganado muchos enteros con alguna fase con más plataformeo o en vista cenital. Algo que ofreciera mayor variedad durante las partidas. Debido a eso, el juego se hace corto pese a lo frenético de su planteamiento.

¿Cuál es su idea para alargar la vida del juego? Hacer la mejor partida posible para obtener la mayor puntuación y demostrar quien es el que manda en El Barrio a la hora de aniquilar a los invasores robóticos. Saltar en el momento justo, esquivar los disparos como si estuvieras en Matrix, utilizar el armamento más adecuado para cada situación… Ser un soldado implacable y alzarte a la primera posición en el top mundial de puntuaciones.

Mechstermination Force es un juego corto, sí. Pero es un chute de adrenalina constante, y adictivo al 100%. Cada jefe es una experiencia increíble aderezada con esa música de fanfarria casi militar, mención especial al enfrentamiento entre dos rascacielos. Solo por ver como un equipo tan pequeño puede mostrar ideas tan impresionantes en un juego de esquema clásico y con un presupuesto limitado, vale la pena cada céntimo invertido en el juego.

Recomendable

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1 respuesta

  1. noviembre 4, 2020

    […] Las compañías suelen planificar muy mucho el momento en el que lanzar un videojuego al mercado. Ya sean grandes compañías o pequeños equipos. Incluso en casos como el que voy a tratar en esta entrada y que tiene un gran parecido con otro del que hablé hace escasas semanas. […]

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